Inicia campaña para erradicar mendicidad infantil
Entre
30 y 40 dólares mensuales, se cotiza un niño que es utilizado por
"empresarios de la mendicidad". Los pequeños son alquilados por sus
padres y vienen según se ha detectado de los cantones azuayos Chordeleg,
Sígsig y Gualaceo; así como de otras provincias especialmente del
Centro del país.Entre 30 y 40 dólares mensuales, se cotiza un
niño que es utilizado por "empresarios de la mendicidad". Los pequeños
son alquilados por sus padres y vienen según se ha detectado de los
cantones azuayos Chordeleg, Sígsig y Gualaceo; así como de otras
provincias especialmente del Centro del país.
Es un problema que se hace más notorio en la época de Navidad, por lo
tanto, el Ministerio de Inclusión Social y Económica (MIES), Gobierno
Provincial del Azuay, la Asociación de Municipalidades del Azuay, el
Instituto Nacional del Niño y La Familia, Consorcio de Juntas
Parroquiales, el Colegio de Periodistas del Azuay y otras entidades que
se van sumando, inauguraron ayer, la campaña para erradicar la
Mendicidad Infantil.
Silvana Regalado, subsecretaria del MIES-Austro, informó que la campaña
"Navidad Digna y Solidaria: Mendicidad Infantil, ¡NO!, pretende
canalizar positivamente los sentimientos de solidaridad en época
navideña de los habitantes de las ciudades receptoras; y reducir la
presencia de niños y adolescentes en situación de mendicidad en las
carreteras y ciudades del país.
Bolívar Tapia, presidente de la Asociación de Municipalidades del Azuay,
indicó que con el apoyo de las Juntas Parroquiales, harán una campaña
de sensibilización dentro de las comunidades expulsoras de niños. "Es
importante la difusión de los derechos de la niñez, para que los
infractores sepan que el Código prohibe la trata y utilización de niños
para la mendicidad", manifestó.
Silvana Regalado reconoce que la pobreza existe en nuestro país, pero no
cree que la mendicidad sea un medio para subresolver los problemas.
"Tenemos que afrontar la miseria con propuestas estructurales de
mejoramiento de condiciones económicas de la población", añade.
Acciones
José Hurtado, director provincial del INNFA, informó que la campaña se
desarrollará entre el 28 de noviembre y el 17 de diciembre, pero se
mantendrá vigilante durante todo el año, sobre todo con acciones que
permitan la detección y sanción de personas que utilizan a los niños con
fines de mendicidad.
Hizo un llamado a la ciudadanía para que no entregue ningún donativo en
las calles, sino que toda contribución sea canalizada a través de los
Centro de Alegría del Azuay, que se ubicarán durante el lapso
establecido para la campaña en tres sitios estratégicos: Calle Sucre
6-28 entre Hermano Miguel y Borrero, local a cargo de Juntas
Parroquiales, Cholita Cuencana y el INNFA; en la Casa Comunal de la
Ciudadela Paraíso, bajo la coordinación del Colegio de Periodistas; y
Aula de Derechos Humanos de la Universidad de Cuenca, a cargo de los
estudiantes universitarios miembros de esa entidad.
Maratón
Para una mayor recolección de donativos, se está organizando la
denominada "Maratón de la Dulzura" que se realizará el sábado 15 de
diciembre, en Cuenca.
Son conciertos y eventos artísticos cuya entrada será una bolsa de dulces o juguetes no bélicos
El reparto de los donativos en las distintas comunidades, será entre el 21 y 24 de diciembre.
Para canalizar donaciones
Para quienes deseen hacer donaciones o ser voluntarios en la
organización o acompañamiento en la entrega de las donaciones
comunidades, llamar al 1800 Alegría que funcionará en todo el país, ya
que la campaña se realizará a nivel nacional.
En Cuenca, al marcar dicho número, la persona se conectará
inmediatamente con el INNFA, en donde siempre estará un funcionario
recibiendo y ofreciendo la información requerida.
Zaida Crespo responsable del Patronato del Azuay, anunció que el
Gobierno Provincial se une a esta campaña con todos los donativos que
obtengan de la Caravana por la Niñez, que realiza todos los años, al
recorrer los cantones azuayos.
Con este ejemplo, se espera que las distintas organizaciones que tienen
por costumbre organizar sus agasajos navideños a niños pobres, se sumen a
esta labor para no duplicar esfuerzos.
La participación de los medios de comunicación es clave en el desarrollo
de la campaña. La difusión se hará a través de cuñas para radio, prensa
y televisión y de afiches, trípticos y dípticos en toda la provincia
del Azuay.
OTRA CLASE DE MALTRATO: LA MENDICIDAD INFATIL
Se
entiende por Mendicidad la situación donde los niños o niñas se ven
obligados a la realización continuadamente de actividades o acciones
consistente en demandas o pedido de dinero en la vía publica, este tipo
de Maltrato se encuentra muy relacionado con la Explotación Laboral
ya que son asignados a los mismos con el objeto de obtener un beneficio
económico, sin tener que realizar, los adultos, ninguna otra tarea
Se
han vuelto parte del paisaje urbano. Son parte de la realidad. Están en
todas partes, calles, negocios, a toda hora del día, bajo un sol
abrasador o bajo la lluvia más cruel. Son los niños pobres de nuestro
país. Aquellos que se ven despojados de su mundo infantil para formar
parte del mundo adulto.
Sin
embargo, por triste que sea, estos pequeños se adaptan al mundo de los
grandes. Van solitos por la ciudad, la recorren, la conocen quizás más
que nadie, la exprimen en vivencias, hasta la deben querer, pienso a
veces.
Las calles son su casa, el cielo su techo, frías y sucias baldosas su cama y periódicos sus cobijas.
Qué
pena infinita que sus dominios no sean el patio de una escuela, que no
se agrupen en aulas, que no duerman en una camita por humilde que sea.
Qué tristeza que la vida les robe lo más hermoso y aquello que jamás
vuelve, su infancia.
Cuando
uno los mira, y más con mirada de padres, cierta culpa se apodera de
nosotros. Pensamos qué podríamos hacer por ellos, qué deberíamos hacer
por ellos.
Podemos
ofrecerles una sonrisa, algo de comer, en vez del dinero que ellos
están esperando y que, seguramente le será dado a otra persona para
otros fines. Podemos colaborar con comedores, fundaciones, gente seria
que en verdad se preocupa por devolver a estos niños lo que tan
injustamente les fue arrebatado: la niñez y por qué no la dignidad.
UNICEF en un gran ejemplo de lucha por el bienestar de nuestra infancia,
podemos sumarnos a su lucha.
UNICEF también nos propone “sacar del papel” los derechos de los niños y hacerlos valer. En otras palabras, que no queden con meros enunciados.
¿Alquilarías a tu hijo por dinero? ¿Qué se está haciendo para erradicar este mal?
En
nuestro país, Ecuador, se lo hace a vista y paciencia de las
autoridades, pero, haciendo valer sus derechos estos días comenzaron
operativos para erradicar la mendicidad con el programa: “Navidad digna y solidaria: no a la mendicidad infantil”.
Se trata de un importante programa que debe concitar el apoyo general
de la sociedad y promover, además, la coordinación de todos los
esfuerzos públicos y privados con el mismo objetivo.
Esperemos
que no sea solo por la coyuntura navideña, al contrario, que sea
permanente para que estos niños no pierdan una de las etapas más
hermosas del ser humano.
ERRADICACIÓN DE LA MENDICIDAD INFANTIL EN EL CORREDOR ANDINO
1. Diagnóstico del Problema o Necesidad
Durante
los últimos años se ha visibilizado la presencia por temporadas y en
número cada vez mayor de niños, niñas y adolescentes que piden caridad
en las calles de las ciudades grandes del país: Quito , Guayaquil y
Cuenca. Lamentablemente detrás de esa problemática no se esconde
solamente la pobreza de las familias, sino el delito de trata de niños,
niñas y adolescentes, con fines de mendicidad.
1.1 Identificación del problema o necesidad
La
trata de NNA con fines de explotación laboral y mendicidad es un
“negocio” estimulado por mafias tanto locales, como internacionales, que
identifican su población “objetivo”, precisamente en zonas y sectores
rurales preferentemente indígenas de gran precariedad económica. En el
Ecuador se verifica que las provincias expulsoras son las de la Sierra
Centro y las ciudades receptoras las capitales de provincia;
lamentablemente se registran casos en los cuales NNA ecuatorianos han
sido “alquilados” por sus padres para que mendiguen en ciudades de otros
países como Colombia, Perú y Venezuela.
El circuito de trata inicia con el
contacto que establecen ciertos personajes de las propias comunidades
quienes proponen a lo padres de los NNA que les presten sus hijos por un
mes o más tiempo y a cambio les dan una cantidad de dinero. Estos niños
son trasladados a las ciudades de destino y son obligados a mendigar en
las calles bajo la vigilancia de personas adultas que se aseguran que
cumplan con los montos establecidos por día. Cuando no mendigan,
permanecen en casas alquiladas para el efecto.
A pesar la inexistencia de estadísticas
oficiales, se calcula que en las tres ciudades receptoras al menos
existen 1500 NNA víctimas de ese delito, que no necesariamente son los
mismos niños porque una de las estrategias de los tratantes es rotar la
población. Entonces será común de una misma familia varios niños sean
obligados a mendigar.
Frente a esta problemática es
imprescindible que el estado ecuatoriano adopte medidas urgentes y
radicales, para enfrentar las causas en las comunidades de origen así
como las consecuencias de la violación de derechos de los NNA.
1.2 Línea Base del Proyecto
Según
información de la línea de base levantada por DYA (Desarrollo y
Autogestión) en las zonas expulsoras de NNA víctimas de la mendicidad,
persisten problemáticas relacionadas con la intensidad y condiciones del
trabajo infantil, pobreza, acceso a la educación, sistema educativo
deficiente y percepción positiva del trabajo infantil.
En las provincias descritas, el 70% de
los niños, niñas y adolescentes indígenas, estudian y trabajan,
porcentaje muy superior al reportado por el INEC:
CONDICION DE ACTIVIDAD | Total nacional INEC | Total 9 zonas LB | ||
Niños/niñas indígenas | % | Niños/niñas indígenas | % | |
Trabaja y estudia | 29,517 | 10.6% | 1880 | 69.9% |
Sólo trabaja | 44,387 | 16.0% | 402 | 15.0% |
Sólo estudia | 148,424 | 53.5% | 357 | 13.3% |
No trabaja y no estudia | 34,314 | 12.4% | 49 | 1.8% |
Total | 277,414 | 100.0% | 2688 | 100.0% |
Fuente: DYA
Los niños/as trabajan en tres tipos de
actividades: (i) trabajo agropecuario en la propia finca, (ii) trabajo
doméstico, (iii) trabajo fuera de la propia finca. Se considera que
estas actividades son trabajo cuando demandan más de cuatro horas
diarias a los niños/as o se ha identificado algún tipo de riesgo laboral
en su ejecución. El trabajo doméstico, es conocido como “ayuda” por
parte de los niños/as y sus padres y madres. Comprende actividades de
mantenimiento de la casa, acarreo de agua y leña, preparación de
alimentos y cuidado de hermanos/as. El trabajo en la propia finca es
visto del mismo modo que el doméstico, como “ayuda”, y sus principales
actividades son las labores agrícolas de los cultivos de autoconsumo y
comerciales y el cuidado de animales.
En el siguiente cuadro se pueden observar los principales trabajos que los niños/as realizan fuera de la finca propia:
Agricultura | 41.0 |
cuidado de animales | 13.8 |
construcción | 7.8 |
Comercio | 7.4 |
Empleado doméstico | 6.0 |
jardinería | 5.5 |
mingas | 5.1 |
talleres | 5.1 |
otros no especif | 3.9 |
servicios | 4.4 |
Total | 100.0 |
Fuente: DYA
La mayoría de niños/as que trabajan
fuera de su finca lo hace en la agricultura y en el cuidado de animales.
Un importante 36% trabaja en actividades urbanas como comercio,
construcción, talleres y servicios para lo cual se desplazan a ciudades
como Ambato y Latacunga o residen permanentemente en la ciudad como es
el caso de Quito.
El 90% de los niños/as trabajan como
trabajadores familiares sin remuneración, es decir, acompañan a los
adultos que trabajan como peones en haciendas o fincas o como albañiles
en la construcción, comerciantes informales en la ciudad y en muchas
ocasiones se ven insertos en mendicidad callejera.
SEXO | TOTAL | ||
hombre | mujer | % | |
% | % | ||
trabaja y estudia | 71.6 | 68.1 | 69.9 |
solo trabaja | 14.0 | 16.0 | 15.0 |
solo estudia | 12.8 | 13.8 | 13.3 |
no trabaja no estudia | 1.6 | 2.1 | 1.8 |
100.0 | 100.0 | 100.0 |
Fuente: DYA
Los padres y madres de los niños/as
tienen niveles muy bajos de instrucción. Apenas el 5% ha terminado la
secundaría, el 24% no tienen ningún nivel de estudios y en promedio, el
83% tiene aprobado niveles de estudio inferiores o iguales a sexto de
primaria. Casi la mitad de los padres y madres de los niños/as
trabajadores que tienen más de 40 años de edad no tienen ningún nivel de
instrucción, mientras que este porcentaje se reduce al 6% en el caso la
generación de padres-madres entre 18 y 25 años de edad. Aún así, el
80% de este último grupo ha aprobado apenas la primaria.
Si bien la mayoría de los niños
indígenas asiste a la escuela, lo hacen con un nivel de retraso y sobre
edad que seriamente limita sus posibilidades de permanencia y
terminación de la escuela primaria y peor aún de la secundaria.
Los resultados de la línea de base
muestran que apenas el 18.24% de los niños entre 8 y 17 años se
encuentran en el nivel adecuado, mientras que el 80.24% presentan
retraso.
En el siguiente cuadro se presenta el nivel de retraso de todos los niños entre 8 y 17 años:
Retraso entre los niños de 8 y 17 años de edad: | |||||
Nivel adecuado | 2 y menos | 3 y más | sin educación | total | |
n | 372 | 961 | 675 | 31 | 2039 |
% | 18.24 | 47.13 | 33.10 | 1.52 | 100.00 |
Fuente: DYA
La sobre edad y severo retraso escolar
en la primaria se puede explicar por el ingreso tardío al sistema, así
como por la intermitencia en el itinerario escolar, es decir, muchos
reingresos y abandonos causados especialmente por factores económicos
que empujan a las familias a ocupar la mano de obra infantil.
La caracterización del trabajo infantil
indígena mostró también que las familias más empobrecidas y numerosas,
suelen enviar “por turnos” a los niños a la escuela. Lo que las
familias suelen hacer es un año enviar a la escuela a uno de sus niños,
el siguiente año matriculan al siguiente y retiran temporalmente a los
que estuvieron asistiendo, bajo el supuesto de que de esta manera todos
alcanzarán algún nivel de escolaridad.
Si se analiza el nivel de retraso por
categoría de ocupación, se puede ver claramente que los niños que solo
trabajan tienen un nivel de retraso mayor que los que trabajan y
estudian. De hecho, apenas el 4.98% de los niños entre 8 y 17 años se
encuentra en el nivel adecuado, mientras que más de la mitad de ellos
(55.2%) tiene un nivel de retraso severo, de tres años y más.
Niños que solo trabajan por nivel de retraso:
nivel adecuado | retraso de 2 y menos años | retraso de 3 y + años | Total retraso |
4.98 | 19.65 | 55.22 | 74.88 |
Fuente: DYA
Los niños que trabajan y estudian,
presentan un nivel de retraso menor, pero igualmente significativo. El
71.12% de ellos presentan algún nivel de retraso, ubicándose la mitad,
en lo que hemos llamado “retraso tolerable”, como puede verse en el
siguiente cuadro:
Niños que trabajan y estudian por nivel de retraso:
nivel adecuado | retraso de 2 y menos | retraso de 3 y + | Total retraso |
22.55 | 49.63 | 21.49 | 71.12 |
Fuente: DYA
En relación con la edad,
independientemente de si estudian o no, todos los niños tienden a
aumentar el nivel de retraso conforme aumenta su edad.
Estos indicadores educativos expresan la
falta de calidad, entendida ésta como la ausencia de oferta de
servicios educativos efectivos a bajo costo y que respondan a las
necesidades de los niños, de las familias y de la sociedad en general.
En este sentido, la producción de aprendizajes socialmente útiles es
limitada dentro sistema educativo.
Ecuador lucha por erradicar la mendicidad
Según el Ministerio de Inclusión Económica y Social, la
mendicidad infantil es un negocio de mafias locales e internacionales.
Ecuador, a través de campañas que propician la seguridad para ayudar a
menores en estado de vulnerabilidad, lucha para erradicar la mendicidad y
todas las formas de trabajo infantil. Según estadísticas de Desarrollo y
Autogestión, el 70% de los niños indígenas trabajan y estudian. Se
calcula también que en tres ciudades receptoras de niños y niñas
víctimas de trata hay 1.500 niños en esta situación.
Campañas como Da Dignidad tienen el objetivo de canalizar la
solidaridad de la personas en verdaderos procesos que beneficien a los
menores. Hay 23 puntos de Da Dignidad alrededor del país en los que los
ciudadanos pueden trasladar su ayuda y aportar para erradicar la
mendicidad.
Proyecto Vida busca acabar con la mendicidad de adultos mayores
El Sistema Municipal de Asistencia Humanitaria o Proyecto Vida, trabaja en Cuenca dos años para combartir la mendicidad. El programa beneficia a adultos mayores que viven en las calles pidiendo caridad para alimentarse, consumir alcohol o drogas
Diariamente dos ambulancias con técnicos de la
institución recorren la ciudad en busca de adultos mayores que piden
caridad. El recorrido inicia a tempranas horas de la mañana, Carlos
Cordero junto a Augusto Pazmiño, trabajadores de Proyecto Vida inician
su recorrido por lugares como la Terminal Terrestre, María Auxiliadora,
Parque Calderón, San Francisco y Gran Colombia.
Cordero comentó que el número de personas en condiciones de vulnerabilidad ha disminuido considerablemente en Cuenca, sin embargo es un problema que no desaparece.
El proyecto ofrece alimentación, servicios de salud, servicios psicológicos y proyectos para la reinserción laboral y social de los mendigos, a cambio, estos deberán dejar las calles y cooperar con el programa.
Convenios firmados entre el Municipio e instituciones como la Fundación Santa Ana, Remar, Hogar Cristo Rey, Posada San Francisco y el Centro de Reposo y Adicciones, ha permitido que los mendigos dispuestos a dejar las calles encuentren un hogar estable y se recuperen física y mentalmente. Hasta el momento, 18 adultos mayores han sido albergados en casas de acogida después de haber sido encontradas en la calle.
Trabajo
Para trabajar en la reinserción de un mendigo el primero se debe investigar su vida personal, cómo se llama, donde vive y si tiene familia. En el caso de no tener familiares u hogar, es llevado a una casa de acogida o fundación.
Cordero comenta que han encontrado en las calles ancianos, que son explotados laboralmente, ancianos con problemas mentales que piden caridad para alimentarse y también casos de ancianos que mendigan para comprar alcohol y drogas.
Ganancias
Para Pazmiño, si se quiere eliminar la mendicidad en Cuenca, primero se debe educar a la población para que evite dar dinero en las calles. “La gente no debe pensar que por regalar un centavo a un mendigo va a ir al cielo” comentó.
Uno de los problemas que ha impedido la reinserción de mendigos a la sociedad, es la ganancia que obtienen en las calles. Según Cordero, un mendigo que pasa su día en la calle Gran Colombia, puede obtener entre 500 y 600 dólares mensuales. Existen casos de mendigos que han pedido empleos con sueldos superiores a 600 dólares a cambio de dejar las calles. Dos de estos casos se encuentran en la Gran Colombia, donde personas discapacitadas que se instalan en la vereda de esta calle han pedido trabajos con altos sueldos, a cambio de dejar de mendigar.
Cordero comentó que el número de personas en condiciones de vulnerabilidad ha disminuido considerablemente en Cuenca, sin embargo es un problema que no desaparece.
El proyecto ofrece alimentación, servicios de salud, servicios psicológicos y proyectos para la reinserción laboral y social de los mendigos, a cambio, estos deberán dejar las calles y cooperar con el programa.
Convenios firmados entre el Municipio e instituciones como la Fundación Santa Ana, Remar, Hogar Cristo Rey, Posada San Francisco y el Centro de Reposo y Adicciones, ha permitido que los mendigos dispuestos a dejar las calles encuentren un hogar estable y se recuperen física y mentalmente. Hasta el momento, 18 adultos mayores han sido albergados en casas de acogida después de haber sido encontradas en la calle.
Trabajo
Para trabajar en la reinserción de un mendigo el primero se debe investigar su vida personal, cómo se llama, donde vive y si tiene familia. En el caso de no tener familiares u hogar, es llevado a una casa de acogida o fundación.
Cordero comenta que han encontrado en las calles ancianos, que son explotados laboralmente, ancianos con problemas mentales que piden caridad para alimentarse y también casos de ancianos que mendigan para comprar alcohol y drogas.
Ganancias
Para Pazmiño, si se quiere eliminar la mendicidad en Cuenca, primero se debe educar a la población para que evite dar dinero en las calles. “La gente no debe pensar que por regalar un centavo a un mendigo va a ir al cielo” comentó.
Uno de los problemas que ha impedido la reinserción de mendigos a la sociedad, es la ganancia que obtienen en las calles. Según Cordero, un mendigo que pasa su día en la calle Gran Colombia, puede obtener entre 500 y 600 dólares mensuales. Existen casos de mendigos que han pedido empleos con sueldos superiores a 600 dólares a cambio de dejar las calles. Dos de estos casos se encuentran en la Gran Colombia, donde personas discapacitadas que se instalan en la vereda de esta calle han pedido trabajos con altos sueldos, a cambio de dejar de mendigar.
Mendicidad, el probable futuro de los adultos mayores
De no haber un cambio en la orientación general de la economía nacional, el más probable destino de la mayoría de los más de 10 millones de adultos mayores que existen según el INEGI, y de los que existirán en el 2050 que serán, según el organismo, más de 33 millones, es la mendicidad pero disfrazada de “programas de empleo para adultos mayores”, los cuales, la principal ocupación que les ofrecen es la de “ empacadores voluntarios”, desperdiciando así la experiencia acumulada de estas personas en las diferentes actividades que desarrollaron a lo largo de su vida.
Mientras que la mayoría de los pensionados y jubilados del país provienen de actividades como la industria, la construcción, la agricultura o las tareas administrativas en empresas o en el gobierno, la actual demanda de empleos es principalmente en servicios “financieros” o en “tecnologías de la información”, dejando así a los adultos mayores con un doble impedimento para obtener empleo: La edad y la falta de capacitación en esas áreas.
En la medida en que la economía mexicana se fue adentrando en la “globalización” y el libre comercio, su industria y su agricultura se fueron diezmando haciendo al país cada vez más dependiente de la importación de bienes de otros países y por esa razón las empleos que existen todavía son principalmente en áreas no productivas.
Según cifras oficiales recientes, incluso la actividad de “ventas”, ha caído al quinto lugar entre las que más vacantes ofrecen.
De los 10 millones de adultos mayores que existen según el INEGI, un 85% no cuenta con servicios médicos.
El programa “70 y más”, despliega a unos 8 mil “gestores”, que son los que incorporan a estos adultos mayores a un programa en donde se les otorgan 500 pesos mensuales pero en “entregas bimestrales”, es decir, que reciben mil pesos cada dos meses.
Igualmente se les otorga una cobertura de salud en el Seguro Popular con todas las deficiencias que este tiene.
Según se reporta por organismos como la Fundación Manpower el ingreso de los adultos mayores en empleos como el de “empacador voluntario” o en el de “mensajero interno” o el de “ayudante general” que es donde se ubica a la mayoría de éstos, será de entre uno y dos salarios mínimos para la mayoría de ellos y trabajarán sin salario al menos un 10 % de ellos.
Esta situación es comprensible dado que los adultos jóvenes o maduros que obtienen empleos en estos tiempos tampoco ganarán una cifra mucho mayor que esos dos salarios mínimos.
La Fundación Manpower y el Instituto Nacional de las Personas Mayores (IMAPAM), reportan haber colocado unas mil 700 personas mayores en todo el país y en unas 300 empresas en el 2011, lo cual representa muy poco en relación al número total de adultos mayores que existen en el país.
Ninguno de los programas gubernamentales o de fundaciones privadas puede cambiar el panorama ni el futuro trágico para los adultos mayores a menos que se revierta la tendencia de la economía nacional a las tasas de crecimiento de casi cero por ciento que ha experimentado en los últimas dos décadas y mas.
Sólo las altas tasas de crecimiento harían que los adultos mayores se convirtieran en un factor fundamental para la economía a través de la actividad que la Fundación Menpower describe como “fuente de capacitación para otros empleados”.
Es decir, una persona jubilada de la industria del acero, por ejemplo, podría capacitar a decenas de nuevos empleados sobre la marcha, es decir, dentro de la misma actividad productiva.
Los mismos se puede decir de chóferes de camiones de carga o trailers, de soldadores, de maestro s y de profesionistas en general para los cuales la docencia seria una actividad muy adecuada dada su edad y sus condiciones físicas. Como en el caso de la crisis de las pensiones, el problema de los adultos mayores se resuelve con el crecimiento de la economía.